26 agosto 2012

Cocaína

El cine debe apegarse, a veces totalmente, a veces parcialmente, a la realidad, ya sea para lograr una catársis, o simple y sencillamente para lograr verosimilitud.

No hay nada más alejado de la realidad que un grupo de muchachitos fresas, estudiantes de cine, consumiendo cocaína y bebiendo alcohol hasta la inconsciencia, en una casa heredada de La Condesa en el día de un narcobloqueo.

El secreto del cine no está en una raya de cocaína.