Algún día, seremos dos entes de energía y consciencia pura y eterna con una conexión inexplicable para la ciencia, entre miles de millones de estrellas en el espacio. O tal vez en otro plano dimensional. O tal vez en materia negativa.
ó
Moriremos, como seres finitos y pequeños en un cortísimo período de existencia con relación al Cosmos, que también se apagará. Sin embargo, después de ello, volverá a ser, y entre todo lo que fue, es y será, estaremos juntos, felices de volver a vernos y encontrarnos, aunque no pudiéramos explicárnoslo completamente. Y sufriríamos de nuevo en la melancolía eterna. O disfrutaríamos la dicha del retorno. No podríamos saber; igual que ahora.
ó
Nuestras vidas se apagarán y después de que nuestros cuerpos cumplan su función de descomposición, no seremos nada, como una hoja marchita en otoño, o como una lágrima en el océano, cuando caduque nuestra forma física, nos perderemos de la memoria, con el tiempo; y hasta que termine el tiempo, cuando no habrá nadie que olvide.
Aquí estamos.
Sabemos poco, solo que no contamos con mucho tiempo.
Hay que hacernos bien pendejos mientras sabemos.