Fue un lugar común, pero sumamente raro cuando uno lo ve como externo.
Gris y cuadrado, plástico y metálico, con luces blancas y planas en intervalos precisos y una voz que yo no podía entender completamente, hablando brevemente en lapsos mas ó menos similares, al tiempo que el nombre de un lugar aparecía en una pantalla electrónica.
Lugar en el que miles, tal vez millones, de historias humanas convergen, pero que en ese instante estaba casi vacío y solo tres almas ocupaban, creando una fuerza de atracción entre ellas.
La fuerza entre dos, una de ellas la mía, me regala paz y alegría. A veces siento miedo de su intensidad, de perderla algún día, para siempre.
La mayor parte del tiempo solo estoy feliz de haber coincidido no solo una, sino tantas veces, en lugares comunes y a la vez extraños con esa alma que me hace feliz de mi suerte.
Esa noche, un alma buena y caritativa, nos regaló la memoria de un abrazo y dos sonrisas que podrían fundirse en una.
Nos dio memoria de nuestro paso por el mundo y nuestras coincidencias.
Y si he de escoger una simple cosa que dé memoria de mi existencia, preferiría que fuera esa, juntos. En mi máximo estado idílico.
1 comentario:
Mi estimado Mau, siempre me sorprende tú habilidad para crear un pequeño mundo, pero a la vez enorme, usando unicamente letras. Sorprende habilidad que solo grandes hombres saben aprovechar.
éxito en tu próxima empresa, y que tengas una gran aventura.
Y visitanos a los pisoteados regios, que con tanto justin bieber y con tan poca gente de mundo, parecemos mas cerveza el gallito que en un buen vino.
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