Estamos en los inicios del siglo XXI y la vida ha cambiado mucho.
Ahora todo es vertiginoso y rápido, el bombardeo de imágenes y productos está por todos lados,
no hay prácticamente un momento en el día en el que no tengamos una luz de neón, una televisión ó una computadora anunciándonos algo.
Ya casi nadie lee. Es muy posible que para este párrafo muchos lectores invitados hayan desistido a la lectura por abrir una ventana en el Messenger, algún video de YouTube, comentar una nueva entrada en el Facebook ó cambiar la rola de la computadora.
La gente trabaja todo el día, sale de sus casas muy temprano por la mañana, llega muy tarde por la noche. Ó trabaja en horario nocturno.
Es por ello que las grandes novelas clásicas, la poesía y el análisis ya no son populares.
¿Quién carajos se va a poner a leer una novela de Hemingway? ¿Ó de menos leer una versión "recortadita" de La Odisea?
Yo mismo confieso un pecado capital... no he leído "El Quijote de la Mancha" como se debe. (La versión completa y original)
Es triste, pero es cierto. Los únicos que podrían acceder a estas grandes joyas del arte, a estas maravillas creadas por la mente humana y que demuestran que somos una raza hermosa son los niños y los jóvenes estudiantes.
Pero nuestro sistema de educación está "de la chingada" (es correcto calificarlo de esa manera), crea peones y trabajadores para activar la economía del país y del mundo. No enseña creatividad ni sensibilidad, solamente habilidades de trabajo.
El Cine es el gran amor de mi vida.
Es bastante notorio que desde que apareció el cine, en 1895, ha sido de gran popularidad. Lo que primero fue una curiosidad científica pasó a ser un medio de entretenimiento y a su vez, ese medio pasó a ser una forma artística, debido a sus especificidades y sensibilidad.
Puede decirse entonces que el Cine es el arte de moda ahora.
Así como la música en los tiempos de Mozart... No, me equivoco. No es como la música de Mozart, porque, aunque se hacían espectáculos de Ópera para las masas, se tocaba en privado para los nobles y se hacían funciones privadas.
Es más bien como en los tiempos de los pintores expresionistas, cuando se descubrió la pintura adentro de tubitos. Se abarataron los costos de los materiales y casi cualquiera podía tener acceso a pintar. (Pero no al virtuosismo, solo logrado con práctica, cultura y rigor).
Esto último lo digo por el Video digital, al que cualquier persona tiene acceso. Y al Video de alta definición, que, aunque es costoso, cada día se vuelve más fácil de postproducir. Siendo esto un arma de doble filo.
El cine es popular porque la gente no tiene tiempo de leer novelas, pero si tiene tiempo de ver comodamente una película de dos horas. (Es una lástima que las salas de cine sean tan excesivamente caras y la gente vea películas en su casa, ó peor aún, en una computadora)
He aquí el conflicto que tengo:
No se sabe distinguir que el cine sea "popular" a que sea "populachero".
El cine y la televisión contribuyen tanto a la cultura como a la incultura de la gente. Y cada realizador tiene que cuidar sus contenidos y la forma de hacerlos con la mayor perfección y rigor posibles. Ni siquiera por él mismo y su prestigio, sino por su audiencia.
Debido a la enorme popularidad del cine, (la cual, creo yo, ningún otro arte además de la música habia alcanzado) es ahora más que nunca cierta aquella afirmación de que el arte puede cambiar y mover a la sociedad.
No tengo nada en contra del cine comercial, como la gran mayoría de los esnobs. El cine comercial bien hecho es un deleite; filmes estrenados recientemente como "Star Trek", "Up", "The Dark Knight" y otros, que no se burlan de su público tienen enormes méritos, e incluso, en el caso de "Up", un mensaje.
Pero son los filmes que elevan al cine como forma artística los que, al igual que como dije antes con respecto a la literatura, pueden recordarle a una persona que el ser humano es capaz de crear belleza... Bergman, Kubrick, Kieslowski, P.T. Anderson, Buñuel, Polanski, Passollini, Fellini, Welles, y muchos otros grandes genios, con sinceridad y sensibilidad, han hecho que el cine mas que una moda, sea una experiencia estética.
Es deber del realizador, ó del estudiante de cine, ver y conocer, escoger y analizar, preocuparse y ocuparse.
Y es deber del espectador exigir.
Nunca he entendido que pasa por la cabeza de un crío que nunca ha visto cine, nunca ha leído sobre cine, (ó un libro siquiera) nunca se ha parado en un museo ó un teatro, ó cualquier otro ejemplo de este tipo, cuando decide que "quiere estudiar cine".
A lo que puedo aribuirlo es a esa lamentable "moda" efímera en la que se ha convertido, fomentada por el mundo posmoderno y ajetreado en que vivimos.
Esta misma moda puede aprovecharse para revertir el efecto de lo efímero.
Y esta entrada es una súplica a realizadores y estudiantes para intentar hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario